
La historia de Jockey empieza en 1876, cuando Samuel Thrall Cooper fundó S.T. Cooper & Sons en Michigan. Su objetivo era sencillo pero poderoso: fabricar calcetines de calidad para los leñadores que trabajaban en los bosques de la región. Desde entonces, la misión quedó clara: satisfacer la necesidad humana de confort.


A finales del siglo XIX, los hijos de Cooper tomaron las riendas de la empresa y decidieron dar un paso audaz: ingresar al mercado de la ropa interior masculina. En 1900, la compañía se constituyó oficialmente como Cooper Underwear Company. Apenas unos años después, en 1912, lanzaron el traje de una pieza Kenosha Klosed Krotch, que se convirtió en todo un éxito. Fue también la época en que apareció el famoso “Hombre en la bolsa”, una imagen publicitaria que se volvió símbolo de la marca.


El gran giro llegó en 1934, cuando un empleado llamado Arthur Kneibler recibió una postal de la Riviera francesa. Esa inspiración dio vida al primer Jockey® brief, que debutó en 1935 y revolucionó la ropa interior masculina. Con innovaciones como el Y-Front® y el Midway® Brief, la marca se expandió rápidamente por el mundo, llegando primero a Canadá y Australia, y luego a muchos más países.
Las décadas siguientes estuvieron marcadas por la innovación y la confianza. En 1946, Jockey comenzó a usar la imagen de grandes atletas como Babe Ruth en sus campañas. Al año siguiente, en 1947, el nombre Jockey® apareció por primera vez cosido en la cintura de la ropa interior, un detalle que marcaría estilo y autenticidad. Con los años llegaron nuevas propuestas, como los Skants® y los Low Rise Briefs, y en 1972 la compañía adoptó el nombre con el que hoy se conoce: Jockey International, Inc.
En 1978, Donna Wolf Steigerwaldt asumió el liderazgo y abrió un nuevo capítulo. Bajo su dirección, nació en 1982 la línea Jockey for Her®, pensada especialmente para mujeres. Ya en los 2000, la marca sorprendió con innovaciones como las panties No Panty Line Promise® y la tecnología 3D-Innovations®, que volvieron a colocarla a la vanguardia.
Hoy, después de casi siglo y medio, Jockey está presente en más de 120 países con una amplia gama de productos: ropa interior, calcetines, ropa deportiva y prendas de descanso. Su misión sigue siendo la misma que inspiró a Samuel Cooper en 1876: dar comodidad y confianza a cada persona.



En Perú, la historia tiene un valor especial. No solo encuentras las prendas en tiendas, sino que una parte importante de la producción también se fabrica aquí. Esto demuestra la confianza de Jockey en la calidad y el talento peruano.
Porque Jockey es más que ropa interior.
Es tradición, innovación y, sobre todo, 150 años vistiendo confianza.